domingo, noviembre 25, 2007

Lecturas recomendadas 2006 - 2007


3º de ESO

-Carlos Ruiz Zafón, Marina.
-José Luis Alonso de Santos, Bajarse al moro.
-Don Juan Manuel, El conde Lucanor, Ed. Vicens-Vives.
-Pilar Galán, Diez razones para estar en contra de la Perestroika.

4º de ESO

-Benito Pérez Galdós, Marianela.
-Ángel de Saavedra Rivas, Don Álvaro o la fuerza del sino.
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12037295328924839654435/index.htm
-Antonio Skármeta, El cartero de Neruda.
-Marisa López Soria, Un piercing en el corazón.

Recomendación: Hoy, Júpiter (Landero)


Os recomiendo la última novela de uno de los principales escritores españoles: Hoy, Júpiter.


viernes, mayo 11, 2007

4º A





4º A de ESO del IES Puerto de la Serena, curso 2006/07

jueves, mayo 10, 2007

Generación del 98

"Una ciudad y un balcón" de Azorín
http://www.filosofiayliteratura.org/literatura/azorincastilla.htm


Las nubes

Calisto y Melibea se casaron -como sabrá el lector, si ha leído La Celestina- a pocos días de ser descubiertas las rebozadas entrevistas que tenían en el jardín. Se enamoró Calisto de la que después había de ser su mujer un día que entró en la huerta de Melibea persiguiendo un halcón. Hace de esto diez y ocho años. Veintitrés tenía entonces Calisto. Viven ahora marido y mujer en la casa solariega de Melibea; una hija les nació que lleva, como su abuela, el nombre de Alisa. Desde la ancha solana que está a la parte trasera de la casa se abarca toda la huerta en que Melibea y Calisto pasaban sus dulces coloquios de amor. La casa es ancha y rica; labrada escalera de piedra arranca de lo hondo del zaguán. Luego, arriba, hay salones vastos, apartadas y silenciosas camarillas, corredores penumbrosos, con una puertecilla de cuarterones en el fondo, que -como en Las Meninas, de Velázquez- deja ver un pedazo de luminoso patio. Un tapiz de verdes ramas y piñas pulgada sobre fondo bermejo cubre el piso del salón principal: el salón, donde en cojines de seda, puestos en tierra, se sientan las damas. Acá y allá destacan silloncitos de cadera, guarnecidos de cuero rojo, o sillas de tijeras con embutidos mudéjares; un contador con cajonería de pintada y estofada talla, guarda papeles y joyas; en el centro de la estancia, sobre la mesa de nogal, con las patas y las chambranas talladas, con fiadores de forja de hierro, reposa un lindo juego de ajedrez con embutidos de marfil, nácar y plata; en el alinde de un ancho espejo refléjanse las figuras de aguileñas, sobre fondo de oro, de una tabla colgada en la pared frontera.Todo es paz y silencio en la casa. Melibea anda pasito por cámaras y corredores. Lo armarios están repletos de nítida y bien oliente ropa -aromas por gruesos membrillos-. En la despensa un rayo de sol hace flugir la ringla de panzudas y vidriadas orcitas talaveranas. En la cocina son espejos los artefactos y cacharros de azófar que en la espetera cuelgan, y los cántaros y alcarrazas obrador por la mano de curiosos alcaller en los alfares vecinos, muestran, bien ordenados, su vientre redondo, limpio y rezumante. Todo lo previene y a todo ocurre la diligente Melibea; en todo pone sus dulces ojos verdes. De tarde en tarde, en el silencio de la casa, se escucha un lánguido y melodioso son de un clavicordio: es alisa que tañe. otras veces, por los viales de la huerta, se ve escabullirse calladamente la figura de alta y esbelta de una moza: es Alisa que pasea entre los árboles.La huerta es amena y frondosa. Crecen las adelfas a par de los jazmineros; la pie de los cipreses inmutables ponen los rosales lo ofrenda fugaz -como la vida- de sus rosas amarillas, blancas y berenjenas. Tres colores llenan los ojos en el jardín: el azul intenso del cielo, el blanco de las paredes encaladas y el verde del boscaje. En el silencio se oye -al igual de un diamante sobre un cristal- el chiar de las golondrinas, que cruzan raudas sobre el añil del firmamento. De la taza de mármol de una fuente cae deshilachada, en una franja, el agua. En el aire se respira un penetrante aroma de jazmines, rosas y magnolias. ""ven por las paredes de mi huerto"", le dijo dulcemente Melibea a Calisto hace diez y ocho años.Calisto está en el solejar, sentado junto a uno de los balcones. Tiene el codo puesto en el brazo del sillón, la mejilla reclinada en la mano. Hay en su casa bellos cuadros; cuando siente apetencia de música, su hija Alisa le regala con dulces melodía; si de poesía siente ganas, en su librería puede coger los mas delicados poetas de España e Italia. Le adoran en la en la ciudad; le cuidan las manos solícitas de Melibea; ve continuada su estirpe, si no en un varón, al menos, por ahora, en una linda moza, de viva inteligencia y bondadosos corazón. Y, sin embargo, Calisto se halla absorto, con la cabeza reclinada en la mano. Juan Ruiz, el arcipreste de Hita, ha escrito en su libro:... et crei la fabrillaQue dis: por lo pasado no estés mano en mejilla.No tiene Calisto nada que sentir del pasad; pasado y presente están para él al mismo rasero de bienandanza. Nada puede conturbarle ni entristecerle. Y, sin embargo, Calisto, puesta en la mano de la mejilla, mira pasar a lo lejos, sobre el cielo azul, las nubes.Las nubes nos dan una sensación de inestabilidad y de eternidad. Las nubes son -como el mar- siempre varias y siempre las mismas. Sentimos mirándolas cómo nuestro ser y toda las cosas corren hacia la nada, en tanto que ellas -tan fugitivas- permanecen eternas. A estas nubes que ahora miramos, las mismas que miraron hace doscientos años, quinientos, mil, mil, tres mil años, otros hombre con las mismas pasiones y las mismas ansias que nosotros. Cuando queremos tener aprisionados el tiempo -en un momento de ventura- vemos que han pasado ya semanas, meses, años. las nubes, sin embargo, que son siempre distintas, en todo momento, todos los días, van caminando por el cielo. Hay nubes redondas, henchidas, de un blanco brillante, que destacan en las mañanas de primavera sobre los cielos translúcidos. Las hay como cendales tenues, que se perfilan en un fondo lechoso. Las hay grises sobre una lejanía gris. las hay de carmín y de oro en los ocasos inacabables, profundamente melancólicos, de las llanuras. las hay como velloncitos iguales e innumerables, que dejan de ver por entre algún claro un pedazo de cielo azul. Unas marchan lentas, pausadas; otras pasan rápidamente. Algunas, de color ceniza, cuando cubren todo el firmamento, deja caer sobre la tierra una luz opaca, tamizada, gris, que presta su encanto a los paisajes otoñales.Siglos después de este día en que Calisto está con la mano en la mejilla, un gran poeta -Campoamor- habrá de dedicar a las nubes un canto en uno de sus poemas titulado Colón. Las nubes -dice el poeta- nos ofrecen el espectáculo de la vida. La existencia, ¿ qué es sino un juego de las nubes? Diríase que las nubes son <>;ellas se nos representan como un <>. <>. Si; vivir es ver pasar: ver pasar, allá en lo alto, las nubes. Mejor diríamos: vivir es ver volver. Es ver volver todo en un retorno perdurable, eterno; ver volver todo -angustias, alegrías, esperanzas- como esas nubes que son siempre distintas y siempre las mismas, como esas nubes fugaces e inmutables.Las nubes son la imagen del tiempo. ¿habrá sensación mas trágica que aquella de que sienta el tiempo, la de quien vea ya en el presente el pasado y en el pasado lo porvenir? *En el jardín, lleno de silencio, se escucha el chiar de las rápidas golondrinas. El agua de la fuente cae deshilachada por el tazón de mármol. Al pie de los cipreses se abren las rosas fugaces, blancas, amarillas, bermejas. Un denso aroma de jazmines y magnolias embalsan el aire. Sobre las paredes de nítida cal resalta el verde de la fronda; por enzima del verde y del blanco, se extiende el añil del cielo. Alisa se halla en el jardín, sentada, con un libro en la mano. Sus menudos pies se asoman por debajo de la falda de fino contray; están calzados con chapines de terciopelo negro, adornados rapacejos y clavetes de bruñida plata. Los ojos de alisa son verdes, como los de su madre; el rostro, más bien alargado que redondo. ¿Quién podría contar la nitidez y sedosidad de sus manos? pues de la dulzura de su habla, ¿cuántos loores no podríamos decir? En el jardín todo es silencio y paz. En lo alto de la solana, recostado sobre la barandilla, Calisto completa estático a su hija. De pronto, un halcón aparece revolando rápida y violentamente por entre los árboles. Tras él, persiguiéndole, todo agitado y decompuesto, surge una mancebo. Al llegar frente alisa, se detiene absorto, sonríe y comienza a hablarla. Calisto lo ve desde el carasol y adivina sus palabras. Unas nubes redondas, blancas, pasan lentamente, sobre el cielo azul, en la lejanía.

(Azorín,Castilla)



Elogio sentimental del acordeón

¿No habéis visto, algún domingo al caer de la tarde, en cualquier puertecillo abandonado del Cantábrico, sobre la cubierta de un negro quechemarín o en la borda de un patache , tres o cuatro hombres de boina que escuchan inmóviles las notas que un grumete arranca de un viejo acordeón?

Yo no sé por qué, pero esas melodías sentimentales, repetidas hasta el infinito, al anochecer, en el mar, ante el horizonte sin límites, producen una tristeza solemne.

A veces, el viejo instrumento tiene paradas, sobrealientos de asmático; a veces, la media voz de un marinero le acompaña; a veces, también, la ola que sube por las gradas de la escalera del muelle, y que se retira después murmurando con estruendo, oculta las notas del acordeón y de la voz humana, pero luego aparecen nuevamente y siguen llenando con sus giros vulgares y sus vueltas conocidas el silencio de la tarde del día de fiesta, apacible y triste.

Y mientras el señorío del pueblo torna del paseo; mientras los mozos campesinos terminan el partido de pelota, y más animado está el baile en la plaza, y más llenas de gente las tabernas y las sidrerías; mientras en las callejuelas, negruzcas por la humedad, comienzan a brillar debajo de los aleros salientes las cansadas lámparas eléctricas, y pasan las viejas, envueltas en sus mantones, al rosario o a la novena, en el negro quechemarín, en el patache cargado de cemento, sigue el acordeón lanzando sus notas tristes, sus melodías lentas, conocidas y vulgares, en el aire silencioso del anochecer.

¡Oh la enorme tristeza de la voz cascada, de la voz mortecina que sale del pulmón de ese plebeyo, de ese poco romántico instrumento!

Es una voz que dice algo monótono, como la misma vida; algo que no es gallardo, ni aristocrático, ni antiguo; algo que no es extraordinario ni grande, sino pequeño y vulgar, como los trabajos y los dolores cotidianos de la existencia.

¡Oh la extraña poesía de las cosas vulgares!

Esa voz humilde que aburre, que cansa, que fastidia al principio, revela poco a poco los secretos que oculta entre sus notas, se clarea, se transparenta, y en ella se traslucen las miserias del vivir de los rudos marineros, de los infelices pescadores; las penalidades de los que luchan en el mar y en la tierra con la vela y con la máquina; las amarguras de todos los hombres uniformados con el traje azul sufrido y pobre del trabajo.

¡Oh modestos acordeones! ¡Simpáticos acordeones! Vosotros no contáis grandes mentiras poéticas como la fastuosa guitarra; vosotros no inventáis leyendas pastoriles como la zampoña o la gaita; vosotros no llenáis de humo la cabeza de los hombres como las estridentes cornetas o los bélicos tambores. Vosotros sois de nuestra época: humildes, sinceros, dulcemente plebeyos, quizá ridículamente plebeyos; pero vosotros decís de la vida lo que quizá la vida es en realidad: una melodía vulgar, monótona, ramplona ante el horizonte ilimitado...

(Pío Baroja, Paradox, rey. 1906)
Para después de mi muerte
Vientos abismales,
tormentas de lo eterno han sacudido de mi
alma el poso,
y su haz se enturbió con la tristeza,
del sentimiento.
Turbias van mis ideas,
mi conciencia enlojada,
empañado el cristal en que desfilan
de la vida las formas,
y todo triste,
porque esas heces lo entristecen todo.
Oye tú que lees esto
después de estar yo en tierra,
cuando yo que lo he escrito
no puedo ya al espejo contemplarme;
¡Oye y medita!
Medita, es decir: sueña!
“Él, aquella mazorca
“de ideas, sentimientos, emociones,
“sensaciones, deseos, repugnancias,
“voces y gestos,
“instintos, raciocinios,
“esperanzas, recuerdos,
“y goces y dolores,
“él, que se dijo yo, sombra de vida,
“lanzó al tiempo esta queja
“y hoy no la oye;
“¡es mía ya, no suya!
”Sí, lector solitario, que así atiendes
la voz de un muerto,
tuyas serán estas palabras mías
que sonarán acaso
desde otra boca,
sobre mi polvo
sin que las oiga yo que soy su fuente.
¡Cuando yo ya no sea,
serás tú, canto mío!
¡Tú, voz atada a tinta,
aire encarnado en tierra,
doble milagro,
portento sin igual de la palabra,
portento de la letra,
tú nos abrumas!
¡Y que vivas tú más que yo, mi canto!
¡Oh, mis obras, mis obras,
hijas del alma!
¿por qué no habéis de darme vuestra vida?
¿por qué a vuestros pechos
perpetuidad no ha de beber mi boca?
¡Acaso resonéis, dulces palabras,
en el aire en que floten
en polvo estos oídos,
que ahora están midiéndonos el paso!
¡Oh, tremendo misterio!
En el mar larga estela reluciente
de un buque sumergido;
¡huellas de un muerto!
¡Oye la voz que sale de la tumba
y te dice al oído
este secreto:
“¡Yo ya no soy, hermano!
”Vuelve otra vez, repite:
“¡yo ya no soy, hermano!
“Yo ya no soy; mi canto sobrevíveme“
y lleva sobre el mundo
“la sombra de mi sombra,
“mi triste nada!".
¿Me oyes tú, lector?, yo no me oigo,
y esta verdad trivial, y que por serio
la dejamos caer como la lluvia,
es lluvia de tristeza,
es gota del océano
de la amargura.
¿Dónde irás a pudrirte, canto mío?
¿en qué rincón ocultodarás tu último aliento?
¡Tú también morirás, morirá todo,
y en silencio infinito
dormirá para siempre la esperanza!
(Miguel de Unamuno, Poesías, 1907)

miércoles, mayo 09, 2007

IESO de Ribera del Fresno (Ba) 2004/05

Club de Lectura 2004/05

-Gustavo Martín Garzo, La princesa manca, Ed. Ave del Paraíso, 1995.

-Eduardo Alonso, Palos de ciego, Ed. SM, 2001.

-Francisco Hidalgo Aznar, Las noches del Café Burrero, Ed. Nostrum, 2004.

-Álvaro Valverde, Alguien que no existe, Ed. Seix-Barral, 2005.

Lecturas recomendadas 1º y 2º de ESO

-Rudyard Kipling, Las aventuras de Mowgli, Ed. Vicens Vives, Colección Cucaña, 2003.

-Jery Spinelli, ¿Quién es ella?, Ed. Alfaguara jevenil, 2003.

-José Manuel Gisbert, El secreto del hombre muerto, Ed. Alfaguara juvenil, 2004.

jueves, mayo 03, 2007

a e i o u

La famosa escritora española Lucía Echevarría, ganadora del Premio Planeta, dijo en una entrevista que "murciélago" era la única palabra en español que contenía las 5 vocales. Un lector, José Fernando Blanco Sánchez, envió la siguiente carta al periódico ABC, para ampliar su conocimiento.

"Acabo de ver en la televisión estatal a Lucía Echevarría diciendo que,"murciélago " es la única palabra en nuestro idioma que tiene las cinco vocales... Mi estimada señora, piense un poco y controle su "euforia". Un "arquitecto" escuálido", llamado "Aurelio" o "Eulalio", dice que lo más "auténtico" es tener un "abuelito" que lleve un traje" reticulado" y siga el "arquetipo " de aquel viejo "reumático" y "repudiado", que "consiguiera" en su tiempo, ser "esquilado" por un "comunicante", que cometió "adulterio" con una encubridora" cerca del "estanquillo". Señora escritora, si el "peliagudo" "enunciado" de la "ecuación" la deja "irresoluta", olvide su "menstruación" y piense de modo "jerárquico". No se atragante con esta "perturbación", que no va con su "milonguera" y "meticulosa" "educación". Y repita conmigo, como diría Cantinflas: ¡Lo que es la falta de ignorancia!"
(Cartas al director, ABC)

domingo, abril 22, 2007

palabras "SINAGÓGAS"

a mis compañeros del IES San Roque (2005/06), de los que tomé esta idea.
-¡Profe, mira los atahules! (4º de ESO, en el Museo Romano de Mérica, 22-4-2007)
-Alfonso X y sus Milagros de las 3 señoras... (3º de ESO)
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-
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continuará...

viernes, abril 20, 2007

algunas citas

"Cierro mis ojos para ver." (P. Gaugin)

"El arte está hecho para ser sentido y no para ser comprendido." (Remy de Gourdient)

"El arte es el hombre agregado a la natualeza." (Van Gogh)

"No se puede ser artista si no se ha perdido algo." (Alejandro Dolina)

"El arte en realidad no existe, sólo hay artistas." (Ernest Gombich)

"Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma" (George B.)

"El arte es una gran mentira que nos acerca a la verdad." (Picasso)

martes, marzo 06, 2007

Luis Mateo Díez

"El escritor también escribe cuando no escribe"

¿Cuándo se dio cuenta de que su vocación era ser escritor?
Pues empecé de niño, me gustaba mucho escuchar las historias que me contaban y a base de eso me entró una afición enorme y me empecé a interesar y a escribir yo historias para contárselas a los demás.

¿Qué libros le gustaban cuándo era joven?
Me gustaban los tebeos, me gustaban los cuentos populares. En mi tierra había mucha tradición de contar cuentos, pero sobre todo los cuentos de miedo; de terror y de miedo.

¿Y qué autores solía leer?
Pues mira de niño tuve la suerte de que mi padre tenía una fantástica biblioteca y empecé con cuentos clásicos y me gustó pronto la novela picaresca, el Lazarillo…

¿En qué se inspira al escribir sus libros?
Pues en la vida, en lo que se vive, en lo que se sueña, en lo que se imagina, en lo que se piensa… y luego el escritor siempre es alguien que observa lo que pasa, que está dotado para ver lo que le sucede a los demás.

¿Usa algún método en especial?
Pues no, yo soy un escritor no muy ordenado que tomo notas habitualmente de las cosas que se me ocurren, dejo que pase un tiempo, las voy reciclando y después escribo.

¿Tiene alguna medida de tiempo para escribir sus libros?
No, tampoco tengo un horario. Tengo mi trabajo al margen de la literatura, lo compagino… Para escribir todo momento es bueno y la verdad es que el escritor también escribe mucho cuando no escribe, o sea, esa parte de observación y de ocurrencia y de invención pues te viene a lo largo del día, en los momentos más inesperados y bueno eso es otra manera de estar escribiendo.


¿Cómo compagina el ser funcionario con ser escritor?
Ser funcionario tiene un horario al que te acoges y a mi me ha gustado siempre mantener esa profesión porque es un trabajo que me interesa, que me gusta, que me pone en contacto con otras cosas, que me saca un poco de la obsesión de estar todo el día metido en lo literario y me ha venido bien. Lo llevo bien.


A la hora de leer: ¿Qué prefiere prosa o poesía?
Bueno pues las dos cosas. He sido muy lector de poesía y a verdad es que una parte fundamental de mi aprendizaje de escritor lo he hecho con la poesía. He tenido la suerte también de tener amigos poetas que eran muy buenos amigos y muy buenos poetas.

Entre todos sus libros cuál nos recomendaría a los muchachos de nuestra edad para empezar a leer.
Podríais empezar a leer tal vez unos micro-relatos, unos cuentos cortitos, en un libro que se llama Los males menores y luego tal vez hay un libro de recuerdos de un niño de un pueblo de por ahí en la posguerra que se llama Guías del desván
.

(6 de febrero de 2007,Casa de Cultura de Don Benito)

Entrevista realizada al escritor Luis Mateo Díez por Marta Robles y Antonio Moleón (4º A de ESO. IES Puerta de la Serena. Villanueva de la Serena, Badajoz)

lunes, febrero 19, 2007

Club de Lectura IES Puerta de la Serena

Curso 2006/2007

-Apostolos Doxiadis, El tío Petros y la Conjetura de Goldbach.

-Carlos Ruíz Zafón, Marina.


-Pío Baroja,
Las inquietudes de Shanty Andía.

-Antonio Buero Vallejo, Un s
oñador para un pueblo.

-Gustavo Adolfo Bécquer, Leyendas.

-Pearl S. Buck, Viento del este, viento del oeste.


Curso 2007/2008

-Pearl S. Buck, Viento del este, viento del oeste.

-Gabriel García Márquez, Relato de un náufrago…


sábado, febrero 17, 2007

Concurso de Cartas de Amor Pablo Neruda




Mª Isabel Pérez Caballero (3º de ESO), ganadora del Primer Concurso de Cartas de Amor Pablo Neruda, del IES Puerta de la Serena. Curso 2006/07:


Amor

He soñado que me llevas de la mano,
que me lees el pensamiento,
que me miras en silencio,
que transmites sentimientos.

Te he mirado, y sólo he visto
esos ojos tan traviesos,
esa sonrisa de cuento
y cuerpo de deseo.

El amor que ahora siento
me hace soñar despierto,
empiezo a volar al viento
y creo que esto no es cierto.

No es posible que un cuerpo
despierte tantos anhelos,
de arriba y abajo es perfecto,
corazón y cerebro.

Tu aroma embriaga el silencio
y los restos de tus besos
hacen beber los vientos
a este corazón sin miedo.

He sentido que ahora el hielo
se ha marchado de tu cuerpo
y que has vuelto ver el sol
en tu dulce corazón.

Hemos visto amanecer
juntitos los dos al alba,
me has llevado a conocer
los secretos de tu alma.

(Mª Isabel Pérez Caballero)




Raquel Ramos Guisado (3º de ESO), finalista del Primer Concurso de Cartas de Amor Pablo Neruda, del IES Puerta de la Serena. Curso 2006/07:
































viernes, febrero 02, 2007

Javier Reverte (entrevista)

“No cerréis ninguna puerta”

¿Cuándo se dio cuenta que su vocación era la de escritor?¿Por qué?
Fue temprano, lo sabía desde un principio cuando solo tenia 10 años, ya que en mi familia son apasionados de la lectura, se lee mucho, hay muchos libros…

¿Qué libros le gustaba leer cuando era joven? ¿Qué autores solía leer?
Me gustaban leer, como a todo chico, los libros de aventura, Tarzán de los monos, por ejemplo. No tenía ningún autor en especial, quizás si tengo que elegir a uno diría Edgar Rice.


¿En que se inspiraba al escribir sus libros? ¿Qué métodos usaba? ¿Tiene alguna media de tiempo al escribir sus libros?
No sé. Para m cada libro es un mundo, cada libro tiene su historia; es más, no solo he hecho libros de mis viajes, sino que también he escrito novelas.

¿Cómo fue su viaje por Sarajevo?
Descubrí la diversidad de personas que te puedes encontrar en todas partes, y como en las circunstancias más extremas puedes encontrar gente buena.

¿No se siente solo en los viajes?
Bueno la verdad es que solo nunca voy. Siempre hay alguna persona que me acompaña. Pero está bien viajar solo. Así te fijas realmente en las cosas y conoces a más gente, pues si vas acompañado desde un principio no te molestas en trabar amistad con otras personas. Y gracias a esto he podido conocer a mucha gente.

¿Al conocer tantos lugares puede decirnos que opina sobre el nacionalismo?
Bueno en todo sitio están las dos ciudades o pueblos rivales que se pican entre sí a ver quien es mejor, exaltando y poniendo de manifiesto que en ellas está lo mejor. Por ejemplo un claro ejemplo es el de Villanueva y Don Benito.



Puede darnos algún consejo, ya que usted ha recorrido tanto mundo y sabe lo que hay por ahí.
Mi consejo es que nada es lo que parece. Que hay de todo, no todo en la vida es malo como nos lo pintan muchas veces, en fin, no cerréis ninguna puerta.


(23 de enero de 2007,Casa de Cultura de Villanueva de la Serena)

Entrevista realizada al escritor Javier Reverte por Arturo García, Irene Jiménez y Patricia Mirón (4º A de ESO. IES Puerta de la Serena. Villanueva de la Serena, Badajoz)